Una de las cosas que puede afectar al buen funcionamiento de los toldos es el óxido, y de él queremos haceros un recordatorio hoy desde Toldelux.

¿Cómo aparece el óxido en los toldos?

Debido a los factores atmosféricos, el óxido puede aparecer en nuestros toldos. Hay formas de evitarlo ya que, algunos de ellos, cuando salen de fábrica, cuentan con un tratamiento especial que impide puedan llegar a oxidarse. Pero si dicho tratamiento no está, seremos nosotros los que tendremos que poner el remedio.

Una de las formas con la que se puede prevenir es utilizando aceites y otros productos lubricantes. Gracias a ellos, se consigue que se repela la corrosión que pueda darse bien por el agua, bien por el oxígeno. No obstante, hay que recordar que, pese a usarlos, no tienen porqué ser efectivos.

Por otra parte, hay que destacar que hasta los toldos que cuentan con el tratamiento antes comentado, se pueden oxidar ya que el efecto se va perdiendo con el paso de los años. Nosotros recomendamos que, en cuanto se vean las manchas de óxido, se quiten. Y no se trata sólo de la estética del toldo, sino que hay que evitar que éste pueda extenderse por el resto de la zona; si esto ocurriese, podría llegar a perjudicarse definitivamente toda la estructura del toldo.

Para poder hacerlo, lo más idóneo es separar las distintas piezas del toldo ya que así se puede proceder mejor, aunque esto no siempre es posible ya que depende de cómo sea el toldo en cuestión.

La tarea la podéis llevar a cabo de distintas formas, como, por ejemplo, lijando la superficie, aplicando vinagre y más adelante aceite de vaselina (para intentar que el óxido no vuelva a aparecer); otra forma sería utilizar la pintura corrosiva, que evita la expansión y, al mismo tiempo, evita que aparezcan manchas nuevas.