Aunque tengamos mucho cuidado con nuestros toldos, lo cierto es que podemos oír en algunas ocasiones que estos chirrían. Si es algo puntual, tal vez no nos resulte molesto, pero llegará un punto en el que el ruido será constante y terminaremos por cansarnos. Para evitar esto, hoy, desde Toldelux, queremos recordaros algunos consejos que os pueden ser muy útiles para que los toldos dejen de chirriar.

Las razones por las que esto puede ocurrir, es que se haya mojado por lluvia o que se encuentre en una zona en la que el ambiente sea húmedo. Esto supone que se pueda llegar a producir el desagradable sonido del que acabamos de hablar cada vez que los abrimos o los cerramos.

Ante esto, nos encontramos con que los principales dos motivos por los que el toldo puede emitir el chirrido serían:

• Que las piezas se hayan oxidado.
• Que el mecanismo de subida y bajada esté mal engrasado.

La recomendación que os hacemos es que, si tenéis un toldo manual, lo mejor es engrasar sus piezas periódicamente. De esta forma conseguiréis que los engranajes vayan suaves y que, de este modo, no emitan ningún sonido desagradable.

Por otra parte, si observamos que las piezas están oxidadas, lo más aconsejable es que usemos un producto especial con el que eliminar el óxido. Pero debéis tener en cuenta que, si al mirarlas están muy deterioradas, vuestra mejor opción es sustituir las piezas.

Sin embargo, y, como con la mayoría de las cosas, lo mejor que podemos hacer para evitar este tipo de situaciones es la prevención. Por eso, en cuanto empiece a llover, ya que estamos en un momento en el que pueden darse pequeñas tormentas, debéis plegar cuanto antes vuestros toldos. Es cierto que en la actualidad la mayoría están fabricados con materiales inoxidables, pero siempre es mejor evitar que se mojen.