Como os anunciamos hace unas semanas, hoy, desde Toldelux, queremos terminar de contaros la historia de los orígenes del toldo. 

Retomándola donde la dejamos, podríamos decir que el toldo moderno nació a finales del Siglo XX, más o menos hacia el año 1889. Sus creadores fueron una empresa francesa de nombre A. Fabre, que fueron quienes confeccionaron los primeros toldos de brazo tal y como los conocemos hoy en día.

Posteriormente, en el año 1936, la empresa catalana Estape S.A Canut y Gracia fue la que se encargó de traer a España estos diseños, haciendo que estos empezaran a verse en nuestro país.

Estos primero sistemas iniciales consistían, literalmente, en una copia de las fábricas de redes, por lo que se hacía una producción artesanal por completo. Los toldos, por lo tanto, eran cosidos con  hilo y aguja, exactamente igual a como se remendaban las redes de pesca. Sin embargo, y como ocurre siempre en los principios, había inconvenientes. En este caso el principal era que los hilos, conforme iba transcurriendo el tiempo, se terminaban pudriendo, algo que ocurría más rápidamente si los toldos estaban instalados en el exterior y sufrían las inclemencias del tiempo.

Es por ello por lo que se buscó la forma de crear un producto que fuera mucho más duradero puesto que su utilidad era bastante y cada vez eran más lo que querían disponer de este artículo tanto en sus casas como en sus negocios.

Actualmente, el sistema artesanal se mantiene para no perder la tradición, pero la confección se lleva a cabo con hilos muchos mejores con los que se puede asegurar que el toldo tenga una vida útil, como mínimo, de quince años. No obstante, también se opta por tejidos que son más técnicos y que, por lo tanto, no necesitan costura; en este caso se usa la técnica de termosoldado.

En Toldelux estamos especializados en la instalación de toldos, como habitualmente os recordamos, por lo que, si queréis disponer de uno en vuestra casa o negocio, sólo tenéis que poneros en contacto con nosotros.