El verano es la época en la que más utilizamos nuestros toldos; sin embargo, no porque no los utilicemos durante otras épocas del año hay que descuidarlos. Todo lo contrario, los toldos necesitan cierto mantenimiento para que siempre se encuentren en perfectas condiciones. Por ello, a continuación vamos a dejaros algunos consejos que podéis seguir para que vuestros toldos estén siempre en perfectas condiciones.

Vigila los herrajes: Si la lona es la parte principal de un toldo, podemos afirmar que los herrajes son su estructura ósea, su esqueleto. Por ello, es especialmente importante que los revisemos en busca de su peor enemigo: El óxido. En caso de que existiera éste, habría que dar una solución antióxido.

Limpia la lona: Cuando ésta está extendida hay materiales que tienden a depositarse sobre ella creando suciedad, polvo, barro… Todo ello puede provocarnos problemas en la piel, en los ojos y en nuestro aparato respiratorio.

Cuidado especial con los excrementos de aves: Los pájaros, de vez en cuando, pueden aprovechar su vuelo para dejarnos un “regalito” inesperado sobre nuestro toldo. Debido a la acidez de sus excrementos y a las numerosas piedras que suelen tragar al comer, sus excrementos pueden llegar a perforar nuestra lona.

Viento y Lluvia: si hay dos elementos que pueden deteriorar al máximo nuestro toldo son estos dos. Ambos pueden llegar a romper los herrajes y la lona; así que, mejor ser previsor y recoger nuestro toldo.

Ya sabéis que podéis contactar y pedirnos presupuesto a través de nuestra web.