Como con cualquier otra decisión que tenemos que tomar cuando se refiere a instarlar un nuevo elemento en nuestro hogar, elegir un toldo concreto no es la excepción. En este caso, no solamente tenemos que tener en cuenta el lugar en el que queremos ponerlo, sino también las dimensiones del mismo para saber cuál es el mejor toldo para nosotros. No obstante, cuentan bastante también las características que tenga el propio toldo. Hoy, desde Toldelux, os hablamos de ello.

Para que el producto que adquirimos tenga una vida larga y duradera, lo más recomendable es que tengamos presente tanto el tipo de lona como la fijación del toldo. Comencemos hablando de la primera.

La lona

La lona es el elemento principal del toldo y la que nos permite poder disfrutar de ratos agradables bajo el sol pero sin que éste sea molesto gracias a la sombra que proporciona. Esta barrera contra la luz tendrá su resistencia en función del índice de factor solar de la tela, razón por la que habrá que pensar si, a lo largo del día, la lona estará recibiendo grandes o pequeñas cantidades de luz. Para ello es preciso tener muy clara la orientación del toldo.

La fijación

Cuando hablamos de fijación nos referimos a la seguridad, algo que, como todos sabéis, es un aspecto esencial. Cuando vamos a elegir un toldo para nuestra vivienda, debemos pensar que la pared en la que vaya a estar instalado tendrá mucho que ver, además del peso que ésta pueda soportar. Una vez que se tengan claros esos factores, veréis que hay dos tipos de fijación para los toldos. Por un lado tendríamos la fijación mediante tacos, y por otro la fijación química. Ésta última es cierto que es más cara, pero está visto que ofrece mayores prestaciones.

Si tienes alguna duda sobre toldos o quieres asesoramiento sobre ellos, no dudes en venir a vernos o en contactar con nosotros.